lunes, 11 de noviembre de 2013

Cuidado con lo que no dices

Ya he hablado anteriormente de la comunicación no verbal, pero hoy durante una pequeña reunión surgió el tema y me ha hecho plantearme varias cosas. Yo no tengo mucha idea sobre el tema, aunque he tratado de documentarme para esta entrada.

La comunicación no verbal se estima que constituye el 65% de una conversación. Es posible que muestres mucho interés en algo pero si expresas justo lo contrario físicamente tu interlocutor nunca lo sabrá.  Cuida también las miradas ya que pueden llegar a intimidar. Esto es lo poco que he aprendido hoy pero también tengo una opinión personal que aprendí tras asistir a una charla de Emilio Duró. En los últimos años se ha hecho del mal humor la profesión. Se le da mucha más importancia a lo que haces mal en lugar de resaltar lo que se hace bien. Me parece muy importante por tanto sonreír, que parece que si ríes no trabajas. La sonrisa crea empatía entre los interlocutores y haces ver que te gusta lo que te están contando. Además ahora que abundan los títulos universitarios muchas empresas están empezando a contratar por coeficiente de optimismo, que es, según mi opinión, lo más importante que debes mostrar en cualquier reunión.

¿Llegas tarde?

Que no se repita, se puede convertir en un hábito. Debes saber que llegar tarde no solo te puede perjudicar a ti sino que es también una falta de respeto para el resto. No te escudes en la idea de que si avisas se te permite todo porque no es así y hará que te relajes y no vuelvas a llegar a la hora nunca. Si llegas siempre diez minutos tarde levántate diez minutos antes o deja todo listo por la noche. Obviamente algún día llegarás tarde por motivos ajenos a ti pero la mayor parte de las veces esto se puede prever.

Puede que se te pinche la rueda del coche o te ataque un cocodrilo pero es muy improbable. La mayor parte de los retrasos dependen de nosotros y debemos aprender esto antes de que vaya a más porque ya se sabe que un hábito es difícil de corregir.

Por último quiero terminar con una reflexión. En Finlandia, en las empresas las personas que llegan primero son las que aparcan más lejos de la puerta para facilitar la vida a los que llegan justos de tiempo. Aquí es justo al revés y por eso llegué tarde hoy. No volverá a pasar.